sábado, 4 de julio de 2009

Sólo estoy durmiendo

Seguro ya no podré decirle a mi vieja "por favor no me despiertes, ni me muevas, déjame donde estoy, solamente estoy durmiendo", ahora cuida de los querubines ahí arriba.
Tampoco será lo mismo jugar con el submarino amarillo en la bañera, tengo pelo donde antes no tenía.
Y el doctor Beto jamás olvidó a Doña Eleonora, esa misma de los cuentos de Poe.
Para mí quedaron lo impuestos y la incertidumbre del mañana, o debo decir la terrible certidumbre de que mi preciosa ave cantará aquí, allá y donde sea cuando yo no esté.
Creo que en este momento debo retirar el revolver de la bocaza, en su lugar colocar el auricular y gritar...AYUDA!

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