jueves, 10 de diciembre de 2009

Corte aquí

El suspenso, tan cruel, de esta historia sin fín; la valentía de pararse en medio de la nada y decir: 'Basta!' no existe más.
Sigue la línea punteada.
Clava tus uñas con rapidez y cómete mi corazón.
Déjame limpiarte la deliciosa sangre que te mancha los sensuales labios. Lo haré hasta que mis látidos terminen acallados por tu lengua.
Antes de marcharte, cierra bien la puerta no quiero enfriarme y arruinarte la cena.

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