jueves, 24 de diciembre de 2009

Para qué!?

Adorable?
Una locura que jamás comprenderemos, es innecesario forzar la mente.
No hay poemas grandiosos, las palabras son inútiles, no leeremos las huellas sobre el bosque, los tatuajes prematuros se queman al sol y no dicen nada!, no hay canciones infinitas, no hay nada que pueda explicar la tristeza de ver nubes sin forma, esperando que alguien sea capaz de hacerlo por él, y ese alguien es tan cobarde...el viento devora todas las esperanzas...

Caida libre; al abrazar el aire la frialdad le traerá recuerdos, nada que vaya a extrañar, simplemente recuerdos nunca vividos, y según el manual, las alas marchitas deberían servir para aterrizar sobre los valles de la melancolía.

Y el alcohol que traiciona y se prostituye al peor enemigo, dirá: Ven abrazame fuerte y en el mejor momento te dejaré a solas, mirándote al espejo, que terrible!.
Mientras dure la noche, no se abandondarán.

Sin retorcerse, ahora duermen juntos bajo el delirio del amor o amor delirante?, no lo sabremos hasta abrir el sarcófago y liberar los espíritus que podrían todavía existir en el infinito tiempo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Absinth (I)

Maldije el sol, con todas mis fuerzas!.
El primer destello me hizo desear que fuese el último.

Años de dolor y sufrimiento, por dónde escapar? Jugaba haciendo círculos, pintando espirales con lápiz labial sobre una enferma pared.

Bajo la oscura puerta una verde invitación me dió la libertad. Respiraba.

Sabía que una amistad como la nuestra no se desvanece como el humo de los mágicos cigarros que nos fumábamos. Tardó. Con una palmada en la espalda confirmó su presencia. Su voz nasal me hizo ver viejas fotografías, locuras capturadas para la eternidad de ambos, eternidad que nos angustiaba y la combatíamos con duras dosis de alcohol, un ejército de soldados morían cada día en nuestras gargantas. Atemporales batallas.

Compartimos música genéticamente. La creatividad nos mantenía unidos, fue una risa en medio de tantas lágrimas de amor, sollozar a su lado era la mejor forma de seguir vivo.

50 mililitros de tan exquisito dolor de cabeza, el restante líquido verde del vacío vaso sólo significa 'Continúe por favor'.

Rídiculamente quisimos desmitificar nuestros logros pasados. Los límites se imponían desde los despojados bolsillos ahora.

De regreso a las solitarias calles, volvimos a sentir que el silencio está hecho para romperlo; atormenta la tranquilidad de este mundo paranoico, eramos dueños de todo lo que nos rodeaba; con una fatal excepción, la de nuestras almas. Mi turno, fue mi turno, confesarle al único ser que puedo llamar amigo, dejé que mi alma se una a otra por amor, le entregué todo y lo haría de nuevo, para siempre; le grité, ya ebrio.

Los errores lastiman, asumirlos al parecer es el mejor camino a seguir. Otra palmada.

Abrir y cerrar los ojos, estamos en casa.

Maldije el sol, con todas mis fuerzas!.
El verde dolor de cabeza me hace odiarlo...

Se ha nublado. Siento amor.
En otras palabras, los días de dolor se irán con la lluvia...afirmo que sin tiempo ni lugar estaré enamorado. Vivo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Corte aquí

El suspenso, tan cruel, de esta historia sin fín; la valentía de pararse en medio de la nada y decir: 'Basta!' no existe más.
Sigue la línea punteada.
Clava tus uñas con rapidez y cómete mi corazón.
Déjame limpiarte la deliciosa sangre que te mancha los sensuales labios. Lo haré hasta que mis látidos terminen acallados por tu lengua.
Antes de marcharte, cierra bien la puerta no quiero enfriarme y arruinarte la cena.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Carta accidental

Los interminables zollosos que se escuchan no tienen precisamente el mismo origen, si bien, las vistosas heridas, que se expresan a través de retorcidos y desgarradores gritos en tonos altos, esas, nacieron rápido y sin dolor, hijas bastardas de la mentira y el miedo; por otro lado y en otro tiempo los tonos bajos marcan el pausado ritmo de la lenta recuperación del sentido, que entre lágrimas y zollosos volverá. No hace falta ser perceptivo para darse cuenta que las melodias seguirán su curso natural, como los ríos hacia el mar, alimentando a su paso incorpóreos corazones; es cuestión de tiempo.

Atravesando el pabellón de las almas locas de amor, el de las rencorosas sombras insaciables, corriendo sin mirar las paredes renegridas de un pasillo iregularmente iluminado, llegamos a la habitación más extraña de este circo.

En esta habitación reina el humo de un solitario cigarro sin fin, y el olor a tinta es un puñetazo en la nariz. Las paredes están repletas de dibujos infantiles. Sin ventanas, ni puerta, un espejo frente a la delgada cama, a sus pies un moribundo perro hace guardia.

Una pila de papel hace de asiento a la perfección, se oye el firme trazo de la pluma escribiendo con rabia y dolor; un exorcismo diario de palabras. Esas manos parecen no desgastarse ni enpolvarse; de encorvada figura y aspecto desganado lo verán. Por las noches el cartero de turno muestra una falsa amabilidad, impecable, insensible, inexistente.

Incontables cartas sin respuesta, su firma no ha cambiado y no cambiará, el destino y destinatario fueron siempre los mismos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Segunda oportunidad

Es díficil asumir que hoy llegué al trabajo tan puntual que me convertí en el primer individuo en pisar el sedoso suelo de vieja madera; ahí dejé mi marca personal, una graciosa huella irregular.

Todo se alineó este día, el sol brilló y me acarició la frente al amenecer; una dulce alegría indescriptible me fluye en la sangre. El rock, el fútbol y las cervezas que guardo con recelo en la mochila, también ayudan al éxtasis, que debería ser eterno para nosotros.
Aproveché la soledad de mi primigenia presencia, destapé la tentadora botella con avidez. Y toda esa sensación que experimenté, debe ser nada al lado de un beso tuyo.

Entre furtivos tragos y un majestuoso, imposible e imaginario solo de guitarra nacen estas pocas palabras.

Si alguien es capaz de no prestarle atención a la cola del cometa (que todos tenemos), eres y fuiste tú.

Estoy embriagado de imágenes posibles, tangibles y bellas que con seguridad me ayudarás a hacerlas realidad con esa magia que te rodea.

Tu confianza y seguridad me dice que soy merecedor de una segunda oportunidad, y celebro el detalle con una segunda botella en la boca.

Estoy tan agradecido de vivir este presente, como lo debe ser la tierra seca cuando se deja hacer el amor por la húmeda lluvia.

Gracias!

martes, 1 de diciembre de 2009

No digas nada

Una dubitación, maldita duda! Tienes la suficiente fuerza para anclarme en tierra con mis propios huesos y expulsar mi alma, en sábanas manchadas de sangre, sangre que no es mía.
Ya no quiero ver las huellas del asesino y ser un voyerista más en esta macabra escena. Retrocederé. Dejaré de sentir peligro bajo el manto de la tierra mojada, refugiado de las sombras que amenazan con llevarse a mi familia.
Si me pones en duda, desconfías de tí también, y esa, es la corona sobre esta cruz.
Escribe sobre mi piel tu nombre, no quiero olvidarme de tí jamás; toma la reluciente pala y entierra el glorioso pasado junto a las miserables dudas.
Deberíamos brillar ahora...para siempre.