30 de Abril de 1993. Viernes 3 A.M.
El apagón terminó prematuramente la celebración constante de la vida, la música; la transición del joven frustrado al padre (i)responsable y rabioso, se robó el sueño del pequeño y soñador bribón que seguía el mismo patrón de conducta de todos los niños, ensuciarse y decir palabrotas cuando salía de casa.
No necesitó de sus ojos para moverse a través del pegajoso suelo por donde se había derramado más de una ves lágrimas de impotencia.
En absoluta oscuridad abrió un cajón, ahí, oculto entre el orden heredado de la madre, estaba el aparato cuya procedencia se debía a largas horas de hambre y la innata insolencia de la independencia.
El magnetismo de la cinta atrajo rápidamente a su rostro una sonrisa de suficiencia. El nuevo Dios estaba hablando, es hoy 'Parte de la religión', Charly García. Curioso y sin miedo, presionó el botón que, como un puño acariciando la nariz, cambió para siempre el modo de respirar.
Otra ves, nació la luz en sus oídos.
"Voy a cambiar, voy a insistir, voy a pelear, voy a seguir..."
El corazoncito palpitaba ahora, 'Necesito tu amor', tres minutos y medio de pensar en la niña que ignoraba por completo que existe un paraíso lejano, mucho más allá de lo que los ojos pueden ver, más allá de la piel, un paraíso al que pueden entrar todos, pero no se animan a despegar.
"Será porque nos queremos sentir bien que ahora estamos bailando entre la gente, será porque nos queremos sentir bien que ahora todo suena diferente..."
Un movimiento a la izquierda, dando la espalda al mundo, lo abandonó, ya no iba a volver, esta 'Buscando un símbolo de paz', si la vida no puede dar más, él puede darlo todo sin arrepentirse.
"Todo se construye y se destruye tan rápidamente, que no puedo dejar de sonreir..."
Sé que me miras, sé que me amas, tus verdades se han convertido en las mías, ya eres parte mi religión; rezaba.
"Comida, no hay más. Estoy en el medio de la selva esto no lo aguanto más..."
Río trae consigo el baile de soñar al borde de la cama, Os Paralamas do Sucesso y el 'Rap de las hormigas'.
"Adela en el más allá es una estrella clandestina que ilumina los despojos de amor. El sólo quiere mirar la calesita de los sueños que se fueron y ya no volverán..."
Era Adela, era el Carrousell, era imperfecto y culpable, era inocencia, pero ya no un niño, era David hablando con la guitarra.
"Por qué no hay nadie que mi piel resista, por qué no hay nadie que yo quiera ver...Yo soy de la cruz del sur aquí y en everywhere!"
La soledad le sienta bien, es listo, aunque el coqueto inglés sólo le haya dejado un 'Fax you' y el futuro 'Yo quiero ver un tren' daba señales de venir muy pronto, como el sonido de una espineta y su única cuerda.
"Ya se hizo de noche y ahora estoy aquí, mi cuerpo se cae sólo veo la cruz al amanecer..."
Criatura salvaje, encendida y sagrada.
"Yo sé que un día ya no habrá perdón, yo sé que un día no habrá confusión, porque si confías en mí todo estará siempre. Me vas a hacer feliz."
Otros tres minutos y medio de preguntas sin respuestas, dejaba en su cabeza la nueva sensación de lo eterno, de que es posible ser eterno si se quiere, si se quiere a pesar de las medias mentiras.
"Como un perro en la prisión recuerdo este pequeño amor bajo el sol."
Ella adivinó, no le gustó lo que sabía.
"Extasis, todo el tiempo vivo en éxtasis, una forma de amor, un remedio de ser feliz..."
Un bocado de aire, para continuar viviendo.
Mellotron, sintetizador, doce cuerdas, todo está ahí, en esa cinta desgastada. Treinta y siete minutos que le robaron toda la noche, le robaron la vida y no la quiere de regreso.
1987, ya no piensa más en 'Lo que vendrá'...es
Adela en el Carrousell...
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