miércoles, 21 de abril de 2010

5

Veintiuno, dos y uno, el dos que no existiría sin el uno.

Los dedos de mi izquierda, no son suficientes, aunque sean cinco, necesitan de otros cinco para tener significado.
Y cuál es ese significado? El que se quiera dar libremente, por supuesto; que cambie con el tiempo, que se haga fuerte; que se transforme y evolucione, pero que nunca nos abandone.

Esa mano tendida, suave y tranquila, me dice que lo finito hace posible lo infinito; navegar, planear, respirar, todo resulta tan natural, cuando me rodea su imagen.

Dar las gracias, y es lo que pretendo con todo esto, para mí, es dar un sí a los espacios que llena su sonrisa, un sí a levantarse de la cama, un sí a echarse el mundo al hombro y caminar, un sí a mojarse bajo la lluvia, un sí a regalarle esos eternos segundos de los que soy dueño; y un rotundo no, a dejar un corazón a medias.

La sencillez de mis acciones quizás explique la complejidad de mis emociones, o viceversa. Todo lo que de veras puedo ofrecer, no es más que abrir las manos y mostrar con valentía su contenido.


Foto: Gabriel Orozco

Es turno de la música, que las pulsaciones hablen ahora.


Just a perfect day,
problems all left alone.
Weekenders on our own
it's such fun.


Just a perfect day,
you made me forget myself.
I thought I was
someone else, someone good.


Oh, it's such a perfect day,
I'm glad I spent it with you.


Oh, such a perfect day.
You just keep me hanging on,
You just keep me hanging on.


You're going to reap just what you sow,
You're going to reap just what you sow,
You're going to reap just what you sow,
You're going to reap just what you sow.

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