miércoles, 13 de enero de 2010

Dulces sueños

Que estúpidas palabras acabo de escribir, sólo he logrado que el cansancio se lleve abruptamente lo que más amo; arrebatándome la vida, la única que tengo, y la que quiero abrigar por las noches y besar esperanzado por las mañanas.

Dónde quedó la consideración? La respuesta me hunde más.

Mi frustrado intento por iluminarme con su sonrisa me ha llevado a la inquietante oscuridad del miedo.

Ahora que soy parte de un estante empiezo a sentirme solo y predecible; sin embargo nunca dejaré de recorrer el camino que me has mostrado, aunque esta noche no haga más que lamentarme, ya se vendrá otro día, otro día de perdón y reconciliación; voy a contener la respiración hasta que el sol vuelva a salir.



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