Vamos, por favor contesta el teléfono, era la quinta vez que lo intentaba, 'La persona que busca no puede ser encontrada', aquella enigmática oración proveniente de una fría voz empezaba a destrozar poco a poco la sólida confianza que él tenía en ella, a la desesperación le gustan mucho esos largos momentos de silencio, de un inquietante sentimiento de impotencia. Pronto la desconfianza se convirtió en sufrimiento, no es momento para dudar se decía a si mismo, y como toda persona enamorada, cuidar de ella era algo tan natural como mirarla despertar todas las mañanas, y decirle 'Te amo'.
Esa rosa puede subsistir hasta en los prados más salvajes que la imaginación pueda crear, se ve frágil, delicada, pero siempre está ahí, erguida y esperando el momento justo para dar vida al paisaje con su intenso color, y desprender ese aroma tranquilizador.
Su valentía muchas veces probada, no era suficiente en ese momento, hay detalles que alimentan el amor, y muy a pesar de la soledad que dos almas distanciadas por miles y cientos de kilómetros puedan sentir, parece necesario el hecho de saber que 'estoy bien' da paso a la siguiente frase: '(entonces) estamos bien'.