lunes, 28 de septiembre de 2009

Un paseo por la ribera de la noche

5:00 a.m.
Eso dice la incesante alarma del reloj; ¿Dónde estoy?.
No recuerdo con exactitud lo que pasó, 'Let there be rock' todavía suena en mi cabeza, siento resecas las puntas de los dedos de las manos, y mis píes van dibujando formas femeninas en un suelo que parece estar dormido profundamente, siento su inalterable respiración; oh por Dios, ya lo recuerdo.
Empezamos miedosos y muy pensativos, hasta tristes, quién puede alegrarse de un Thom Yorke cantando 'How to disappear completely'.
Otra vez, rompí mi promesa de abstinencia alcohólica, y sus consabidas consecuencias.
La vista va asumiendo poco a poco las tímidas, pero ya numerosas, luces del camino.
'Basta de llorar muchachos', tan absurdo, pero útil.
Necesito agua.
El segundo vaso de cerveza, la última gota da paso a una guitarra, la reconocí de inmediato, Keith; me sentí con el suficiente ánimo para imitar sus movimientos; mientras Mick susurraba al oído 'If you start me up...I'll never stop'.
Con excepción de las grotescas formas de aquellos lejanos perros callejeros, este lugar parece ser un homenaje a la quietud, al silencio, me siento la mosca en la sopa.
Sexta botella y por sexta ocasión consecutiva repetíamos en coro 'I have become comfortably numb', literal, no sentía nada, nada, nada; llegó el momento del ron.
Necesito agua y aspirina, a dónde se fue todo el mundo?, es decir, mis amigos?.
'Some would call it suicide I would call it paradise', y todos somos el señor Morse, Blackmore nunca igualado, pero al menos los Purple no han muerto; no me había percatado que aquel lugar tenía mariposas multicolores moviendo las alas, contrastaban intensamente con el color de fondo, marrón.
El letrero dice 'Farmacia'; y no tengo ningún reparo en decir que tengo miedo de entrar, esto me intimida, algo no está bien, esos rojos lirios sobre el mostrador, todo muy pulcro y ordenado, no siento presencia alguna, no está bien, no.
El estrecho baño, es lo último que recuerdo, afortunadamente sin espejo. Salpiqué los zapatos, abroché el cinturón, revisé los bolsillos del pantalón, se acabó; debo irme. Pude concederle a Angus la despedida, el desahogo final, el tiro de gracia: Vodka.
'Una aspirina por favor', eso le diré; oh no!, ya veo, ya sabía que todo esto estaba mal!.
La ví y la estoy viendo.
Me siento mareado y débil.
Mis ojos leen sus labios y con claridad escucho:
- 'Quiero que me trates suavemente'.

viernes, 11 de septiembre de 2009

En otro mundo yo...

Este momento romántico lo aprovecharé, son poquísimas las veces que me siento tranquilo, con unas lascivas ganas de tomar al mundo, desprevenido, y casi feliz por la idea.
Me quedo a tu lado, quiero estar ahí, fielmente, para mirar como te desvaneces, para mirar el excitante final del amor, saborear cada una de las mil noches que me prometiste, darte el placer de acabar conmigo cuando quieras...
Ese soy yo.
Tómate el tiempo, con paciencia recorre mi universo, entiéndeme tú, que yo no sé explicarme.
Una nublada mañana está esperando, no deberías dejarme ir, átame con un beso, porque en realidad donde estás tú quiero estar yo.